
es hora de soñar
Llevo soñando desde que tengo uso de razón, hasta que un día alguien me dijo que hay dos tipos de personas: Las que se conforman con soñar o las que persiguen sus sueños. En ese instante empecé a entender que los sueños no se cumplen por arte de magia. Que no iban a venir a buscarme por mucho que los deseara cada vez que veía una estrella fugaz. Si quería cumplir sueños, tenía que ir a buscarlos.
Y decidí lanzarme. Tenía todo lo que se necesita para empezar un nuevo camino: ganas e ilusión. Porque cuando empiezas a caminar, no sabes a qué distancia estará la meta, ni las piedras que te vas a encontrar hasta llegar a ella. Yo quise sentarme en muchas de esas piedras a conversar con mis miedos. Pero las ganas te ayudan a dejar esos miedos atrás y a seguir hacia delante, aunque a veces necesites parar y coger aire. Muchas veces es necesario recordar por qué empezaste. No importa que tardes un poco más, lo importante es que después de cada obstáculo, continúes caminando.
Al final el esfuerzo tiene su recompensa.
La primera vez que llegué al final del camino y publiqué mi primer libro, agradecí haber tomado la decisión de dar el primer paso. La sensación es tan gratificante que no se puede describir con palabras para saber cómo se siente, tienes que vivirlo.
El segundo sueño llega con esta tienda en la que he invertido muchísimo tiempo y esfuerzo. Pero las ganas y la ilusión siguen siendo más fuertes que las dudas. Además, por suerte, estoy teniendo un apoyo muy bonito llamado Daniel, él es quien está dando forma y orden a todas estas ideas locas de mi cabeza.
Cuando era una niña, siempre decía que algún día tendría una tienda. Esa ilusión nunca la perdí. Hasta que un día se me pasó por la cabeza que, tal vez, no sería una mala idea juntar esa ilusión con mi pasión por las letras. Ahí fue cuando Vanessa Marlo dejó de ser un sueño y empezó a ser una realidad.
Ojalá que este camino nunca termine y queráis acompañarme en cada paso.
Ojalá que no sea solo una tienda, sino un lugar al que venir a soñar y respirar.
Ojalá que tengáis las mismas ganas que yo de llenar el mundo de poesía.
¡Bienvenidos a Vanessa Marlo!
